lunes, 31 de agosto de 2009
viernes, 21 de agosto de 2009
El Congreso de
Punto de Acuerdo que se dictamina denuncian la represión de que son objeto los luchadores ambientales de las comunidades afectadas por las actividades mineras, especialmente tratándose de la minería de tajo a cielo abierto en los Estados de Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Jalisco, Sonora Hidalgo, San Luís Potosí, represión que incluye amenazas de muerte e ilegales órdenes de aprehensión, razón por la cual se demanda cesen los actos de hostigamiento, destacadamente se cancelen de inmediato las órdenes de aprehensión.
Así mismo, los proponentes señalan que en el Foro “
a. “Violación a las leyes ambientales en complicidad con autoridades de los 3 órdenes de gobierno.
b. “La violación de derecho de consulta previa, libre e informada de los pueblos.
c. “Violación al derecho elemental a un ambiente sano y a la salud.
d. “Carencia de manifestación de impacto ambiental.
e. “Desacato al cumplimiento de resoluciones judiciales adversas a la industria.
f. “Arbitrario cambio de uso de suelo.
g. “Despojo de recursos naturales a comunidades y ejidos.
h. “Devastación ambiental del entorno en el que se ubican.
i. “Persecución judicial y extrajudicial de los luchadores ambientales.
j. “Pérdida de la soberanía nacional.”
Ante estas violaciones, agregan los proponentes, las comunidades quedan en estado total de indefensión y pese a ello, han logrado organizarse en torno a la defensa de sus garantías individuales consagradas en
Los proponente ejemplifican su dicho mencionando a los Luchadores ambientales de
Por lo anterior, la singular proposición aprobada por
Único.-
Dictamen aprobado por el Senado con Exhorto
No. 16 Año 2009 | Miércoles 19 de Agosto | 3° Año de Ejercicio. Segundo Receso Comisión Permanente | |
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http://www.senado.gob.mx/gace.php?sesion=2009/08/19/1&documento=64
Dictámenes a Discusión
De
Por el que se exhorta al titular del Poder Ejecutivo Federal a contribuir al cese inmediato de las acciones de hostigamiento que sufren los luchadores ambientales de las comunidades afectadas por las actividades mineras.
PRIMERA COMISIÓN
GOBERNACIÓN, PUNTOS CONSTITUCIONALES Y JUSTICIA
DICTAMEN POR EL QUE POR EL QUE SE EXHORTA A LOS TITULARES DEL EJECUTIVO FEDERAL Y DE LOS GOBIERNOS LOCALES A CESAR LAS ACCIONES DE HOSTIGAMIENTO QUE SUFREN LOS LUCHADORES AMBIENTALES DE LAS COMUNIDADES AFECTADAS POR LAS ACTIVIDADES MINERAS.
HONORABLE ASAMBLEA
A
Los ciudadanos legisladores integrantes de esta Comisión realizaron el estudio y análisis de esta Proposición a fin de valorar su contenido, deliberar e integrar el presente Dictamen.
Con fundamento en los artículos 78 fracción III de
ANTECEDENTES.
I.
II. En la misma fecha de su presentación,
CONSIDERACIONES
I. En su capítulo de Consideraciones los autores de
Así mismo, los proponentes señalan que en el Foro “
a. “Violación a las leyes ambientales en complicidad con autoridades de los 3 órdenes de gobierno.
b. “La violación de derecho de consulta previa, libre e informada de los pueblos.
c. “Violación al derecho elemental a un ambiente sano y a la salud.
d. “Carencia de manifestación de impacto ambiental.
e. “Desacato al cumplimiento de resoluciones judiciales adversas a la industria.
f. “Arbitrario cambio de uso de suelo.
g. “Despojo de recursos naturales a comunidades y ejidos.
h. “Devastación ambiental del entorno en el que se ubican.
i. “Persecución judicial y extrajudicial de los luchadores ambientales.
j. “Pérdida de la soberanía nacional.”
Ante estas violaciones, agregan los proponente, las comunidades quedan en estado total de indefensión y pese a ello, han logrado organizarse en torno a la defensa de sus garantías individuales consagradas en
Los proponente ejemplifican su dicho reseñando la represión en contra de Agustín Roberto Ríos Cruz, la que ha sido de diferentes formas y magnitudes: amenazas de muerte a su persona y a su familia; intento de secuestro por supuesta policía ministerial y de
Todos los anteriores, opinan los proponentes, son actos de persecución política, siendo que por los mismos hechos se reproduce la persecución en contra de Jacqueline López Almazan, sin haber participado en la lucha pacífica.
Ambos ambientalistas son miembros del Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo (CODEP) y ambos han sufrido la trasgresión a sus derechos más elementales, como el derecho a la defensa, que se les ha negado al no permitírseles ni siquiera tener acceso a los expedientes.
Dentro de los luchadores que siguen sufriendo dichas persecuciones y vejaciones, y por los que los proponentes solicitan cesen las agresiones son:
· Evelia Bahena García. Luchadora ambiental en el caso del Ejido del Real de Limón y Fundión Nuevo Balsas, Atzacala contra Minera Media Luna Subsidiaria de TECKCOMINCO
· Esteban Guzmán Pulgarín. Ejido Ayotitlán Municipio Cuautitlán.
· Félix Monrroy Rutilo de
· Luchadores ambientales de
· Sobre el basurero tóxico en Zimapán, Hidalgo: Teresa López Zúñiga, Yoali Sionari Guerrero.
· Sobre la lucha ambiental en Coahuila: Francisco Rodríguez de Carrisaltillo.
· En Chihuahua: José Luis Alonso Vargas, David de
· Del Istmo de Tehuantepec del Estado de Oaxaca contra Cementera Cruz Azul: José Luis Godínez Velázquez, Antonio Jiménez Tolentino, David Altamirano Godínez, Lic. Beas, Sr. Teodocio.
Por lo anterior, la proposición de mérito concluye con el siguiente resolutivo:
Único.-
II.
Frente a esta garantía el Estado debe cumplir la doble tarea de desarrollar una actividad de carácter positiva que garantice a sus titulares el disfrute de tal ambiente adecuado; por el otro, una actividad de abstención por la que debe respetar las actividades que desarrollen los gobernados para alcanzar la realización o disfrute del contenido de esta garantía social.
Ante lo dicho, es evidente el rezago que impera en nuestro país para hacer efectiva tal garantía a todos los mexicanos. Por un lado, poco han conseguido las autoridades del Estado mexicano para preservar y restaurar el medio ambiente en nuestro país. Por otro lado, no son pocos los casos que se han presentado en nuestro país de represión a quienes exigen la vigencia de tal garantía. Desde las instituciones del Estado se ha criminalizado la lucha social desarrollada por cauces legales en contra de las empresas rapaces, como es el caso de algunas mineras, que despojan los recursos naturales a las comunidades, provocando devastación ambiental del entorno en que se ubican, violentando con ello de manera sistemática las disposiciones ambientales mexicanas. Todo lo cual también agrede la garantía social a la salud, igualmente previsto en el artículo 4 constitucional, bajo el siguiente texto: “Toda persona tiene derecho a la protección de la salud…”
Para enfatizar las garantías a un ambiente adecuado y a la protección de la salud,
ARTÍCULO 157.- El Gobierno Federal deberá promover la participación corresponsable de la sociedad en la planeación, ejecución, evaluación y vigilancia de la política ambiental y de recursos naturales.”
ARTÍCULO 180.- Tratándose de obras o actividades que contravengan las disposiciones de esta Ley, los programas de ordenamiento ecológico, las declaratorias de áreas naturales protegidas o los reglamentos y normas oficiales mexicanas derivadas de la misma, las personas físicas y morales de las comunidades afectadas tendrán derecho a impugnar los actos administrativos correspondientes, así como a exigir que se lleven a cabo las acciones necesarias para que sean observadas las disposiciones jurídicas aplicables, siempre que demuestren en el procedimiento que dichas obras o actividades originan o pueden originar un daño a los recursos naturales, la flora o la fauna silvestre, la salud pública o la calidad de vida. Para tal efecto, deberán interponer el recurso administrativo de revisión a que se refiere este capítulo.”
ARTÍCULO 189.- Toda persona, grupos sociales, organizaciones no gubernamentales, asociaciones y sociedades podrán denunciar ante
Ahora bien, sobre la obligación de presentar la manifestación de impacto ambiental, obligación esencial para preservar la ecología y cuyo cumplimiento se ha omitido de manera sistemática en esta materia según la denuncia de las comunidades afectadas, la misma Ley del Equilibrio Ecológico y de Protección al Ambiente en sus artículos 28 y 30, señala:
ARTÍCULO 28.- La evaluación del impacto ambiental es el procedimiento a través del cual
ARTÍCULO 30.- Para obtener la autorización a que se refiere el artículo 28 de esta Ley, los interesados deberán presentar a
Cuando se trate de actividades consideradas altamente riesgosas en los términos de la presente Ley, la manifestación deberá incluir el estudio de riesgo correspondiente.
Si después de la presentación de una manifestación de impacto ambiental se realizan modificaciones al proyecto de la obra o actividad respectiva, los interesados deberán hacerlas del conocimiento de
Los contenidos del informe preventivo, así como las características y las modalidades de las manifestaciones de impacto ambiental y los estudios de riesgo serán establecidos por el Reglamento de la presente Ley.”
III. Para cumplir con el derecho-obligación a un ambiente adecuado, las personas y comunidades que se involucran en estas luchas, entrelazan su ejercicio con las garantías individuales de libre manifestación de las ideas; derecho de petición; derechos de reunión y asociación, entre otros. Por ello, al hostigar a las comunidades que se movilizan para exigir el respeto a sus derechos la salud y a disfrutar de un medio ambiente sano para las familias, la autoridad violenta de manera inadmisible un amplio abanico de garantías individuales y sociales, lo que cuestiona la vigencia del propio Estado de Derecho y de la esencia de la democracia, lo que de ninguna manera puede ser tolerado por el Poder Legislativo en su carácter de representante del pueblo y de
Por lo dicho, hasta este punto coincidimos con el contenido de esta proposición. Debe quedar claro que la organización y lucha de la comunidades por preservar el medio ambiente, son acciones que fomenta el marco jurídico de protección ambiental en nuestro país, comenzando por nuestra Constitución Federal. Ello, en virtud de que un medio ambiente sano constituye la base de la vida y salud, de los individuos y de sus familias y comunidades.
Por lo anteriormente expuesto y fundado,
PUNTO DE ACUERDO
ÚNICO.-
Sala de Comisiones “Octavio Paz” de
martes, 18 de agosto de 2009
Acteal, otra vez
Luis Hernández Navarro
No es una visión maniquea y simplista. La masacre de Acteal es lo que es: un crimen de Estado perpetrado por el gobierno de Ernesto Zedillo. La liberación de 20 de los paramilitares responsables de la matanza por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), argumentando que no se les siguió un debido proceso, no tapa este hecho. La razón jurídica no puede ocultar la verdad histórica.
La inminencia del baño de sangre en Acteal fue advertida por muchos reporteros, analistas y conocedores de la región. Los dramáticos reportajes de Hermann Belinhausen, Blanche Petrich y Juan Balboa mostraron las huellas de la preparación del crimen antes de que se produjera. El sacrificio estaba anunciado.
Para comprender a cabalidad la tragedia se requiere entender tanto lo que sucedió en la comunidad como lo que pasó en Chiapas. Lugares como la región chol y el municipio de Bachajón vivieron situaciones similares desde meses atrás. Aunque hablaba de paz, Ernesto Zedillo hacía la guerra. En los lugares claves del estado se promovió la formación de grupos paramilitares. Pero muchas de sus víctimas no fueron zapatistas, sino civiles pacíficos y desarmados que, como en el caso de Acteal, oraban por la paz.
Sendos editoriales de La Jornada del 22 de noviembre y el 17 de diciembre de 1997 advirtieron sin ambigüedad lo que sucedería en Acteal. En el primero se señaló que (la escalada de la violencia) “es en extremo preocupante, ya que el padrón de conflicto en Chenalhó tiene grandes similitudes con lo sucedido en la zona norte del estado, donde actúa Paz y Justicia”. El suplemento Masiosare dedicó su entrega del 14 de diciembre de 1997 a este asunto y la tituló: “Chenalhó, otra vuelta de guerra”.
El padre Miguel Chateau, párroco de Chenalhó y uno de los más profundos conocedores de la región, advirtió: “la guerra de baja intensidad aniquila al mundo tzotzil” (La Jornada, 15/12/97). El cura no hablaba por hablar. Él mismo estaba amenazado de muerte. Jacinto Arias, presidente municipal del PRI y uno de los principales promotores de los paramilitares, le puso una cerveza en la mano y le dijo: “Si no controla a su gente, un día lo vamos a matar. Se lo digo cara a cara, padre. Vamos a quemar su cuerpo para que no se quemen los gusanos”.
En un reportaje televisivo sobre los indígenas desplazados del municipio por los paramilitares, titulado Chiapas: testimonio de una infamia, Ricardo Rocha percibió la tormenta que se avecinaba. Al entrevistar a don Samuel Ruiz y don Raúl Vera, el periodista les confesó: “vengo de los Altos de Chiapas, y vengo profundamente indignado, asombrado de que estas cosas todavía puedan ocurrir (...) profundamente adolorido también por lo que ocurre allá y seguramente ustedes no son ajenos: es inhumano...”
Andrés Aubry y Angélica Inda, dos de los más grandes conocedores de la dinámica social de los Altos de Chiapas, analizaron con rigor el surgimiento de los paramilitares en la región en nueve deslumbrantes artículos publicados en La Jornada. El primero de ellos, “Chenalhó en vilo”, aparecido el 30 de noviembre de 1997, tres semanas antes de la matanza, desbarató la hipótesis de que detrás de la violencia en curso se encontraba un conflicto religioso. “En Chenalhó los dos dirigentes antagónicos, el presidente constitucional (del PRI) y su contrincante, el presidente (en rebeldía) de la sede autónoma del mismo municipio, son evangélicos”, escribieron.
Meses antes, en “Chenalhó: los peligros del alma”, publicado en La Jornada en junio de 1997, analicé la gestación de la ofensiva paramilitar en ese municipio para concluir: “Lo que hoy está en peligro no es el alma, sino la vida de los hombres murciélago”. El 2 de diciembre, en “La guerra que no se atreve a decir su nombre”, escribí que la paramilitarización era la respuesta gubernamental a la expansión política y social del zapatismo, evidenciada por la exitosa marcha de los mil 111 rebeldes a la ciudad de México en septiembre de ese año, así como a su creciente implantación en territorio chiapaneco. “Los paramilitares –anoté–, a diferencia del Ejército o la policía, no tienen que rendirle cuentas a nadie, escapan al escrutinio público. Pueden actuar con la más absoluta impunidad e, incluso, presentarse como víctimas.” Desgraciadamente, el reciente fallo de la SCJN da la razón a estas líneas.
La masacre no fue un hecho aislado o fortuito, producto de la revancha de facciones indígenas enfrentadas por problemas comunitarios. No fue un enfrentamiento. En Chiapas hay una guerra, y no hay actividad humana más planificada que ésta. Acteal fue una acción bélica que respondió a su lógica profunda: la intensificación del conflicto, la que subyace, según Clausewitz, cuando dos ejércitos se enfrentan y “deben devorarse entre sí sin tregua, como el agua y el fuego, que jamás se equilibran”.
La estrategia gubernamental estaba trazada de antemano. Inmediatamente después de la masacre el Ejército amplió su presencia en Chiapas con más de 5 mil efectivos adicionales, y autorizó su participación en “la prevención de nuevos hechos violentos”. Se trasladaron hacia las Cañadas tropas destacadas en Campeche y Yucatán, al tiempo que se instalaron nuevos campamentos en la región de los Altos. Se quiso tender un nuevo cerco militar al zapatismo, un nuevo cordón sanitario, para tratar de frenar su expansión y el funcionamiento de los municipios autónomos.
Esta lógica quedó al descubierto en los meses posteriores. La guerra sucia contra el zapatismo siguió su curso sangriento. Acteal fue el banderazo de salida para acrecentar la ofensiva bélica. Fuerzas combinadas de diversas policías y ejércitos atacaron violentamente los municipios de Taniperlas, Amparo Aguatinta, Nicolás Ruiz y El Bosque, hasta que el 6 de julio de 1998, en Chavajeval y Unión Progreso, las fuerzas represivas toparon con pared.
La liberación de los asesinos de Acteal y la pretensión de rescribir la historia de la masacre no son un acto de justicia: son la continuación de la guerra por otros medios.
lunes, 17 de agosto de 2009
ATENCO Y LA OTRA CAMPAÑA: EL RECUERDO ESTA NÍTIDO, LA MEMORIA ARDIENTE
Por Heriberto Salas y Anastacio Aquino
Agosto de 2009
El recuerdo está nítido: 3 de mayo de 2006, 11 de la noche. Amurallados en el bunker del ex presidente municipal priista, José Carmelo Vázquez, padre de Francisco Vázquez candidato del PRD a la diputación local, Enrique Peña Nieto y Miguel Angel Yunes, subsecretario de Seguridad Pública, preparaban el brutal asalto policiaco a Atenco. Nazario Gutiérrez el presidentito de Texcoco se mantenía despatarrado viendo la televisión y comiéndose una torta. Mientras, Peña Nieto se coordinaba por teléfono con Higinio Martínez, quien se hallaba en Acapulco, en una de sus mafiosas convenciones perredistas.
El recuerdo está nítido: Atrás del simio Nazario Gutiérrez estaba la mano sucia de su padre putativo, el liderzuelo perredista Higinio Martínez, y detrás de éste el grupo Atlacomulco en pleno, el objetivo: “destrozar Atenco”.
El recuerdo está nítido: 4 de julio de 2006. Maurilio Hernández, coordinador de los diputados locales perredistas del Estado de México publica en La Jornada un desplegado en el cual la bancada del PRD da “un sólido apoyo al gobierno mexiquense” por la represión de Peña Nieto a los floristas del Belisario Domínguez y a Atenco. Maurilio haciéndole segunda a los Miguel Aquino, López Doriga, Javier de la Torre, Marissa Rivera, José Ramon Salinas, gatilleros de TV Azteca y Televisa, que se desgañitaron pidiendo la entrada de la AFI y el ejército a Atenco.
El recuerdo está nítido: Madrugada del 4 de mayo. El líder de los diputados perredistas podía estar satisfecho. Atenco entre las sombras se pintaba de rojo por la sangre derramada de los miembros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) y de “La Otra Campaña” zapatista. Las fuerzas de la AFI, la ASE, y las policías municipales de Texcoco y Atenco hicieron lo que los halcones judíos hacen en Palestina, lo que Bush hizo en Irak, actuaron como un ejército de ocupación. PRI, PAN y PRD en contra del pueblo. Ni más ni menos.
El recuerdo está nítido: Podemos imaginar la sonrisa estúpida de Higinio, Maurilio y Nazario (¡modelos de líderes del PRD!) ante la muerte del niño Francisco Javier Cortés, el cuerpo inerte de Alexis Benhumea, las mujeres ultrajadas, las casas cateadas, heridos de gravedad. Acteal, Tlatelolco, Aguas Blancas, todas las masacres sintetizadas en una sola: ATENCO, 2006.
El recuerdo está nítido: López Obrador calló, Cuauhtémoc Cárdenas calló, el Supremo Jesús (Orteguita) calló, los intelectuales cómodos callaron, su grito de lucha fue el silencio, su puño cerrado fue la complicidad con los Peña Nieto, Fox, Ardelio Vargas, higinios, Yunes, Robledo, etc. Guadalupe Acosta Naranjo, secretario general del PRD exigió al Subcomandante Marcos no interferiera en el caso.
El recuerdo esta nítido: El PRD fue el ariete impulsado con fuerza por los priistas y panistas contra el obstáculo de dignidad y lucha que representa Atenco. El PRD comenzó la represión. Esto no es una ofensa a la “izquierda”, es la pura verdad. El PRD jugó el papel de golpeador en Texcoco y Atenco, como lo ha jugado en Chiapas, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y en otras partes del país. Triste papel de una “izquierda” que se montó en los hombros del pueblo para enriquecerse en forma vil y que hoy trata de encaramarse en la campaña por la libertad de nuestros presos, intentando aparecer como la vanguardia.
Pero no son los únicos recuerdos.
El recuerdo está nítido: Febrero de 2006. El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra en la comunidad Javier Hernández, signa y se adhiere a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona del EZLN. Atenco y el EZLN juntan sus ternuras en un abrazo solidario entre Nacho del Valle y el Subcomandante Marcos.
El recuerdo está nítido: 25 de abril. Día de San Marcos. Atenco. Encuentro de alzados. Apoteósica entrada del Delegado Zero y adherentes de La Otra Campaña a la desbordada plaza de la Nación de los Machetes. Marcos le dice al FPDT: "Venimos a reconocerles como nuestros hermanos mayores, porque nos han enseñado también a desafiar al poderoso, a enfrentarlo y a defender con nuestra propia fuerza aquello que nos quieren quitar: la tierra, la libertad y la vida. Esta tierra digna de Atenco tiene mucho que enseñar, no sólo a nosotros como zapatistas, sino a toda la gente que está luchando". El FPDT y el EZLN vinculados, hermanados orgánicamente por medio de esos fortísimos lazos invisibles de La Otra Campaña.
El recuerdo está nítido: 3 de mayo de 2006. Los perredistas de Texcoco agreden a los floristas. Nacho, Héctor y Felipe junto con los bravos de Nexquipáyac, otros pueblos de la región y los floristas son sitiados en la azotea de una casa, mientras la batalla contra la ASE se desarrollaba en Atenco, en la carretera Texcoco–Lechería. Javier Cortés muere a manos de los esbirros de Peña Nieto. A las 5 de la tarde entran a la casa de los floristas por los ahí acantonados. El salvajismo es pavoroso. Los penales de Almoloya, su destino.
El recuerdo está nítido: 3 de mayo. Cientos de adherentes a la otra campaña le siguen la pista a la caravana zapatista por la ciudad de México. Durante el tenso mitin político en Tlatelolco, El Subcomandante Marcos anuncia la suspensión de la Otra Campaña y la alerta roja del EZLN. Muchos compañeros emprenden el camino hacia Atenco. Esa noche ya en nuestro pueblo toman sus posiciones con el afán de resguardarnos y evitar otra agresión. A las 6:00 en punto, las campanas de la iglesia del centro de Atenco suenan fuertemente como señal del inicio de la incursión de las fuerzas del Estado. Los Selvas, Salinas, Italia, Norma, Pedro, Ángel y Alexis al igual que muchos otros adherentes a La Otra Campaña se encontraban en las vallas de activistas que pretendían frenar el paso a la policía. Alexis fue alcanzado por un proyectil de gas lacrimógeno en la cabeza que, finalmente, después de un mes en estado de coma le quita la vida.
El recuerdo está nítido: “Cerrado por alerta roja”, decía un letrero colocado a la entrada de Oventic, al igual que en los otros cuatro caracoles y las oficinas de las Juntas de Buen Gobierno. Las movilizaciones aquí y allá encabezadas por La Otra Campaña se intensifican. San Cristóbal de las Casas, Jojutla y Cuernavaca, Morelos; Villahermosa, Tabasco; Ayotzinapa, Guerrero, Estudiantes Cecehacheros, de la UNAM, del Poli, de Chapingo, activistas de Chilpancingo, los Panchos Villas de Unopii, compañeros de Jalisco, de Veracruz y zapatistas de todo el territorio nacional realizaron cierres de carreteras, plantones, mítines, manifestaciones, protestando y denunciando las atrocidades de los tres niveles de gobierno contra el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra.
El recuerdo está nítido: La respuesta de la Otra Campaña en el extranjero no se hizo esperar. "Hermanitos y hermanitas del EZLN, que somos nosotros mismos", palabras del pueblo mapuche en solidaridad con Atenco y con el México nuestro, el de los pobres, el de los de Abajo y a la Izquierda. Las denuncias y protestas inéditas se sucedieron en lugares aparentemente tan alejados como hermanados en nuestras luchas, como Estambul, Dublín, Bologna, Venecia, el País Vasco, la Garriga, Cataluña, Vancouver, Montreal, Atenas, Muenster, Tucson, Nueva York, Oslo, San Francisco, Viena, Sídney, Melbourne, París, Bahía Blanca (a las puertas de la Patagonia, Argentina), La Habana, Cauca, Colombia, San Salvador, Caracas, Buenos Aires, el Movimiento de los Sin Tierra brasileño, al igual que las principales organizaciones de estudiantes de la Universidad Central del Ecuador, la Justicia del Barrio neoyorquina, la CGT española, la italiana ¡Ya basta!, la Coordinadora Nacional de Defensa del Agua y de la Vida de Bolivia, todas ellas adherentes a la Sexta Internacional, y tantas otras en el mundo, todas estas protestas internacionales cayeron como balde de agua fría a la hipócrita política internacional del gobierno foxista que pregonaba el respeto a los Derechos Humanos en nuestro país.
El recuerdo está nítido: Los aguerridos militantes de La Otra Campaña, por elemental justicia y solidaridad, inician un plantón a las afueras de las mazmorras del Penal de Santiaguito donde permanecen 207 compañer@s atenquenses y militantes de La Otra, que para el caso somos lo mismo.
El recuerdo está nítido: El histórico plantón se traslada al Penal de Molino de las Flores en cuanto nuestros presos son cambiados a Texcoco. Compañeras y compañeros de La Otra, militantes zapatistas, adherentes a la izquierda, pernoctan día tras día, semana tras semana, mes tras mes, año tras año, en un ejemplo de dignidad, tenacidad, compromiso, gallardía y decoro, solidarizándose con nuestros presos como nunca se ha visto. El PLANTÓN, así con mayúsculas, es el memorial de resistencias, el baluarte de las rebeldías, el caudal de las ternuras, nunca antes experimentado.
Pero el Estado no se chupa el dedo. Su objetivo es liquidar al FPDT. No lo ha logrado. Entonces busca el hilo más delgado. La intromisión en las organizaciones. Para ello se disfraza de “izquierda” para tratar de dividir. Y llegan las rencillas, las falsedades, los embustes, incluso las calumnias. El Estado reptilea el movimiento soltando rumores y recursos. Aparece nuevamente el PRD tratando de lavar su imagen represora. Algunos militantes del Frente se van con la finta. Algunos presos también. La desesperación de algunos les hace ver en las “ayudas” de algunos partidos políticos la libertad de los presos, les hace olvidar que la lucha por los presos es también una lucha contra el sistema, y que éste es el responsable de las iniquidades y las injusticias.
Éste es el peligro que nos vayamos con la finta de las “ayudas”. El Estado lo sabe. Por eso se empeña en romper la unidad del movimiento de Atenco, el EZLN y La Otra Campaña. Parece que lo logrará si nosotros no somos capaces de analizar, reflexionar y corregir nuestro accionar. Hoy existe la propuesta de levantar el histórico Plantón del Molino de las Flores como la culminación de una etapa que busca más alternativas u otros caminos por la libertad de los presos sin la participación de los partidos políticos que, en rigor, han mediatizado y anestesiado las luchas sociales.
La propuesta de otros compañeros del FPDT que no compartimos la lucha ni el cínico maiceo de los partidos es que debemos fortalecer la unidad y la organización del movimiento social nacional e internacional para lograr la presión política y liberar a nuestros presos.
No dejemos que la memoria se apague, que nunca se nos olvide quiénes somos, dónde estamos y a dónde vamos.
¡VIVA EL FPDT!
¡VIVA EL EZLN!
¡VIVA LA OTRA CAMPAÑA!
¡ZAPATA VIVE, LA LUCHA SIGUE!